Las herramientas de diseño con IA están transformando el panorama del diseño gráfico, el prototipado visual y la creación de contenido digital. Equipos de diferentes sectores no solo pueden optimizar sus procesos de diseño, sino también optimizar la producción de recursos de diseño con una fracción del esfuerzo humano tradicional. Este cambio tecnológico está redefiniendo la forma en que las empresas abordan sus procesos de diseño, ampliando los límites de lo posible en el ámbito del diseño.
En este artículo, exploraremos algunos de los beneficios clave de las herramientas de diseño gráfico con IA para empresas y te presentaremos las 10 mejores herramientas de diseño gráfico con IA del mercado actual. Al finalizar este artículo, podrás dar el siguiente paso con confianza para integrar una herramienta de diseño con IA en tus flujos de trabajo.
¿Por qué las empresas deberían considerar herramientas de diseño de IA?
Tanto las pequeñas startups como las empresas se ven sometidas a una presión constante para ofrecer recursos creativos innovadores y atractivos para redes sociales, landing pages y más. Las herramientas de diseño con IA han revolucionado el sector, ayudando a los equipos a optimizar sus procesos de diseño y a optimizar su producción creativa. Veamos algunos de los beneficios clave que se pueden esperar al usar software de diseño gráfico con IA:
1 Ideación, wireframes y prototipados
Esta es la parte en la que, literalmente, dejamos de hablar de humo y empezamos a tener algo con lo que trabajar. Seguro que más de una vez te ha pasado: tienes la idea en la cabeza, pero en papel parece todo un caos. Pues bien, aquí es donde las IA nos sacan de ese lío, porque nos ayudan a crear desde un sitemap hasta un prototipo clicable sin rompernos tanto la cabeza. Y lo mejor: rápido.
Al final no se trata de hacer la obra maestra, sino de tener un primer pase que podamos mostrar, discutir y hasta criticar. Y oye, que si no sirve, pues se cambia. Lo importante es no quedarse bloqueado frente al lienzo en blanco.
1.1 Figma AI
La verdad es que Figma AI se siente como ese empujoncito que te hacía falta cuando arrancar un diseño parece misión imposible. Te saca del apuro rápido, porque con un par de ideas mal apuntadas ya te devuelve algo que puedes mirar, mover y hasta criticar sin miedo. No hace magia, pero vaya que te ahorra esas horas iniciales de quedarte mirando la pantalla en blanco.
Lo bueno es que no viene a quitar el lado creativo, sino a despejarte el camino. Te lanza una primera propuesta, tú la retocas, pruebas variaciones, cambias estilos… y de repente ya tienes algo vivo sobre lo que trabajar. En el día a día, eso marca la diferencia: menos bloqueo, más velocidad y más cabeza libre para lo que de verdad importa.

Lo mejor:
Lo peor:
1.2 Framer AI
Con la parte de IA en Framer la cosa cambia bastante. Ya no tienes que pelearte tanto con la hoja en blanco porque, con solo soltarle unas cuantas ideas —aunque estén medio desordenadas—, en nada te genera una propuesta de web que ya puedes empezar a toquetear. No es que te entregue el trabajo hecho, pero sí te pone delante algo con lo que arrancar sin perder media mañana.
La sensación es curiosa, casi como si tuvieras a un compi improvisando bocetos contigo: te sugiere estructuras, juega con estilos, monta layouts… y a partir de ahí eres tú quien decide qué vale la pena y qué no. Al final, inviertes la energía en dar personalidad y forma, en lugar de quedarte bloqueado mirando una pantalla vacía.

Lo mejor:
Lo peor:
1.3 Relume AI
Con Relume AI pasa algo curioso: no hace falta que tengas la idea perfecta para arrancar. Le sueltas lo que tienes en la cabeza, aunque sea un batiburrillo de conceptos, y en nada te devuelve una propuesta de estructura que ya puedes mirar y empezar a mover. Esa primera chispa ahorra mucho tiempo, sobre todo cuando lo que más cuesta es dar el primer paso.
Luego viene lo divertido. Empiezas a ver layouts, flujos y variaciones que te hacen pensar: “oye, pues igual esta opción tiene sentido”. No es que haga el trabajo creativo por ti, pero sí te da un terreno firme sobre el que probar y equivocarte rápido. Y eso, al final, es lo que más valor tiene: no quedarte atascado en la nada, sino tener siempre algo concreto con lo que jugar.

Lo mejor:
Lo peor:
1.4 Uizard Autodesigner
Con Uizard Autodesigner la sensación es un poco rara al principio, porque no hace falta tenerlo todo claro para empezar. Le dices cuatro cosas, incluso medio desordenadas, y ya te devuelve un diseño que, oye, sirve para arrancar. No es la versión final ni mucho menos, pero quita de en medio lo más difícil: ese primer paso que siempre cuesta.
Lo interesante llega después. Ves cómo propone pantallas, estilos o flujos que igual ni habías pensado, y ahí es donde empieza lo bueno: lo coges, lo retocas, lo cambias… y de repente tienes algo sobre lo que trabajar. En vez de quedarte bloqueado, tienes un borrador vivo que te invita a probar y seguir avanzando.

Lo mejor:
Lo peor:
2 De diseño a código (handoff acelerado)
Aquí la IA actúa como ese compañero que entiende lo que has diseñado y lo transforma en un esqueleto funcional. ¿Que has trabajado en Figma? Pues lo convierte en componentes, páginas, estilos… en fin, en algo que ya puede entrar al repo. Y ojo, no se trata de quitarle trabajo al equipo de desarrollo, ni mucho menos, sino de ganar tiempo para que el primer commit llegue antes.
Lo bonito es que la fidelidad se mantiene, porque respeta el design system. Y eso, créeme, evita muchas discusiones tontas entre diseño y desarrollo.
2.1 v0 (Vercel)
Lo de v0 es curioso porque parece que te ahorra esa barrera inicial que siempre frena: tienes una idea para una interfaz y, en lugar de pelear con el editor, lo cuentas en texto y en segundos ya ves un componente montado. No es que lo haga todo por ti, claro, pero te pone delante una base bastante sólida para seguir trabajando sin perder horas arrancando.
Después llega lo interesante. Puedes ajustar, refinar, cambiar estilos o incluso darle la vuelta a lo que te propone, y lo haces sobre algo que ya existe, no desde la nada. Esa agilidad convierte el proceso en algo más ligero y, al final, acabas probando más cosas porque el coste de equivocarte es bajísimo.

Lo mejor:
Lo peor:
2.2 Builder.io Visual Copilot
Visual Copilot de Builder.io se siente un poco como ese atajo que siempre habías querido tener. Coges tu diseño en Figma, lo lanzas allí y, casi sin darte cuenta, ya lo tienes convertido en código. No es magia ni tampoco perfecto, pero te quita de encima un montón de tareas repetitivas que, siendo sinceros, a nadie le entusiasma hacer.
La parte buena es que no pierdes la esencia del diseño. Lo que te devuelve es una base sobre la que puedes trabajar, ajustar y mejorar sin empezar desde cero. Y eso, en el día a día, se nota: menos tiempo peleando con lo mecánico y más espacio para enfocarte en los detalles que hacen que la interfaz brille de verdad.

Lo mejor:
Lo peor:
3 UX research y analítica asistida por IA
Hacer research siempre es un poco montaña rusa: entrevistas, encuestas, grabaciones de sesiones… tienes toneladas de material y luego toca sentarse a sacar conclusiones. Y ahí, seamos sinceros, uno se puede volver loco. Con la IA, la cosa cambia: te resume, te etiqueta los temas, te marca dónde están las fricciones y hasta te sugiere por dónde empezar a mejorar.
Lo que antes era horas y horas de revisar apuntes ahora se convierte en insights claros, accionables y listos para llevar a la mesa. Y sí, con menos sesgo de “me parece que el usuario dijo…”. Aquí hay datos, hay patrones y hay foco.
3.1 UserTesting AI
UserTesting AI cambia la forma en la que solemos encarar las pruebas con usuarios. Antes era sentarse, tragarse horas de vídeos, leer respuestas largas y luego tratar de sacar algo en claro. Aquí pasa otra cosa: la herramienta va filtrando por ti, te resume lo importante y te enseña dónde la gente se atasca o qué partes no terminan de funcionar. No lo hace perfecto, claro, pero sí quita de encima mucho trabajo repetitivo.
Lo bueno es que al final acabas con información que puedes usar de inmediato. No te pierdes entre montones de notas, sino que tienes un punto de partida claro para mejorar el producto.
Al final eso marca la diferencia: en vez de quedarte atascado revisando datos, puedes ponerte a decidir y mover el producto hacia adelante.

Lo mejor:
Lo peor:
3.2 Hotjar AI for Surveys
Las encuestas suelen acabar siendo un dolor de cabeza: cientos de respuestas largas que nadie tiene ganas de repasar una por una. Hotjar AI for Surveys entra ahí y hace el trabajo pesado, porque junta la información, resalta lo que más se repite y te muestra de golpe lo que piensan los usuarios. No es magia, pero se agradece el tiempo que ahorra.
Lo interesante es que no se queda en un simple resumen; te ayuda a encontrar puntos clave que de otro modo se perderían entre tantas palabras. Eso significa que puedes reaccionar más rápido, ajustar lo que no funciona y aprovechar mejor lo que los usuarios realmente valoran. Al final, la encuesta deja de ser un mar de texto y se convierte en una guía práctica para tomar decisiones.

Lo mejor:
Lo peor:
4 Accesibilidad (QA de diseño con IA)
Lo de la accesibilidad no debería ser un “añadido”, pero muchas veces lo dejamos para el final. La IA, en este caso, es como un revisor que no se cansa nunca: revisa contrastes, te dice si el foco está en orden, te recuerda que no olvides los alt-text y hasta detecta patrones que podrían dar problemas.
El resultado es que pillamos los errores antes de que lleguen a código. Y créeme, eso es un alivio, porque solucionarlo después cuesta más tiempo y dinero. Además, asegura que el producto sea inclusivo desde el principio. Y eso habla muy bien de cualquier equipo.
4.1 Stark (Figma/Sketch/Extensiones)
En el día a día de diseño siempre pasa lo mismo: vas con prisas, avanzas con el layout y, sin darte cuenta, se te escapan cosas de accesibilidad. Stark con IA entra justo ahí. Mientras trabajas en Figma te va marcando si el contraste no está bien, si un texto debería revisarse o si falta algo en la jerarquía. Es como tener un compañero que te recuerda lo que a veces dejas para después.
Lo útil es que no se limita a dar avisos y ya, también te sugiere cómo arreglarlo en el momento. Eso evita el típico problema de dejar todo para la fase final y tener que rehacer media interfaz. Así los diseños salen más limpios y accesibles desde el principio, sin que se convierta en un dolor de cabeza después.

Lo mejor:
Lo peor:
5 Tecnología Emergente
Aquí entran esas herramientas que todavía están verdes, pero que dan que hablar. Cosas que generan código o UI directamente desde un prompt, o que intentan exportar de Figma a front en un solo clic. No siempre funcionan bien, pero a veces dan pistas de hacia dónde va todo esto.
La clave está en probarlas sin miedo, como si fueran experimentos de laboratorio. Algunas se quedan en curiosidad, otras acaban siendo atajos brutales que, de repente, nos cambian la forma de trabajar. No hay que casarse con ninguna, pero tampoco ignorarlas.
5.1 Google Stitch (Labs, experimental)
Google Stitch es de esas pruebas que parecen sacadas del futuro. La idea es sencilla: juntar piezas que normalmente estarían separadas —texto, imágenes, hasta prototipos— y que la IA te los teja en algo coherente. Al ser experimental, a veces sorprende y otras se queda corta, pero justo ahí está lo interesante: probar qué tanto se puede acelerar un flujo creativo con un asistente que conecta partes sueltas.
Lo que más llama la atención es esa sensación de estar jugando con algo todavía en construcción. No es una herramienta cerrada ni definitiva, más bien un laboratorio en el que te permite experimentar, equivocarte y descubrir usos nuevos. Para equipos curiosos, es un espacio donde se abren caminos que probablemente después se vuelvan estándar en diseño y desarrollo.

Lo mejor:
Lo peor:
¿Cuáles son los casos de uso de las herramientas de diseño de IA?
Como hemos visto, las herramientas de diseño con IA pueden presentarse de diversas formas, desde simples generadores de paletas de colores hasta herramientas de inteligencia artificial más avanzadas integradas en herramientas de diseño existentes, como Adobe Suite y Figma. Debido a esta amplia gama de opciones, puede resultar difícil elaborar una estrategia adecuada para el uso de las herramientas de diseño gráfico con IA.
Para inspirarte un poco, veamos algunos de los casos de uso clave para las herramientas de diseño de IA:
¿Cuáles son las mejores prácticas para utilizar herramientas de diseño de IA?

Otra estrategia clave para la automatización de Word con Python reside en extraer información valiosa de los documentos. Esto resulta especialmente útil al trabajar con grandes cantidades de documentos o archivos con mucho texto. Con bibliotecas de Python, como python-docx, se puede navegar fácilmente por párrafos, tablas y otros contenidos para extraer y procesar la información necesaria. Además, python-docx permite iterar sobre tablas y filas, extrayendo datos de celdas e incluso imágenes u otros elementos multimedia incrustados en el documento.
Una herramienta de diseño impulsada por IA puede mejorar significativamente el proceso de diseño, pero es importante seguir las mejores prácticas para aprovechar al máximo los beneficios:
Conclusión
Las herramientas de diseño con IA son fundamentales para optimizar el proceso de diseño, impulsar la creatividad y mejorar la productividad del equipo. Estas herramientas no solo ofrecen soluciones eficientes y de alta calidad, sino que también amplían las posibilidades de diseño. Con las prácticas adecuadas, las empresas pueden aprovechar estas herramientas basadas en IA para ampliar los límites de lo posible en el diseño de recursos para redes sociales, sitios web, prototipos y maquetas visuales.
Lo que debemos pensar es que con la salida de nuevas tecnologías, la forma de trabajar que conocíamos hasta ahora puede cambiar radicalmente. Por ello es nuestro deber como profesionales aprender a usarlas, actualizarnos y estar a la vanguardia del mercado. Esto aplica a todos los entornos, hablaremos de ello en futuros posts en Nobuzen. Estád conectados!
Autor

Roger Daniel Altamirano
Project Manager
Project Manager y responsable de la calidad de Nobuzen. 5 años de experiencia trabajando en el sector le avalan, lo que lo ayudó a desarrollar una comprensión profunda de los requisitos para implementar proyectos diseñados y correspondientes a las necesidades y expectativas del usuario final.